jueves, 8 de julio de 2010

Ultimatum.

"Solo un extraño no es socialista a los 18 años".

Los movimientos de los años sesenta, como el movimiento Hippie, llamó entre sus repertorio idealista al Socialismo. Sin embargo su ideología no llevaba ningún fundamento económico sustentable, ni siquiera entre sus comunas "pseudo-anarquistas" manejaban un correcto orden sustentable para ellos mismos. También su excesivo uso de las narcóticos los llevo a una ceguera frente al camino hacia su perpetuidad y la óptica revolucionaria. Inevitablemente llevando a sus adeptos a la deserción y el olvido del ejemplo que los llevaron los antiguos revolucionarios. Hoy en día aquellos movimientos han sido sobreexplotados por el mercado capitalista, llamando a los jóvenes a "ser distintos y originales", siempre bajo el cuidado y confort de la riqueza. En mi opinión, estos excesos que cometieron esos "Jóvenes Revolucionarios" son meros gestos de hipocresía. El mero concepto de "Adolescente" explica sus excesos. La revolución pide gente que esté consciente y madura, no busca adolescentes con deseos de fumar marihuana, justificando su exageraciones bajo el ideal de la libertad y el progreso.

No hay que confundir el ideal de un movimiento con las impurezas del libertinaje primitivo. Prohíbo, condeno, y maldigo a todo revolucionario que hable estando en estado de embriaguez o cualquier estado ajeno al estado de sobriedad, del socialismo o de cualquier movimiento adverso al del capitalismo o neoliberalismo. Ya que se equipara esa embriaguez, con la ambición codiciosa y no-consciente del Soberano, Tirano, o cualquier defensor del Capitalismo.

-Bruno Alberto Varela Moreno.

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