Al bajar la escalera, oyó en el recibidor una tosecilla conocida, aunque no muy clara, porque la ahogaban sus propios pasos. Esperaba haberse equivocado, y se detuvo un instante con la esperanza de que se había engañado; conservó esta esperanza hasta el momento en que vio a un hombre de alta estatura que se quitaba la pelliza mientras tosía.
martes, 30 de noviembre de 2010
:) Debía de hacerlo.
Aquí les dejo este video que hizo una amiga mía, quería honrarla presumiendoles este video.
No hay comentarios:
Publicar un comentario